La
región de América Latina da muestras de un elevado nivel de sofisticación cuando
solicita asistencia para la exportación, y el ITC responde con propuestas elaboradas
a la medida de sus problemas concretos. El sector de las exportaciones debe
diversificarse más, incorporar un mayor valor añadido y orientarse más hacia
productos y servicios para los que crece la demanda. Los países de la región
han realizado grandes esfuerzos para liberalizar sus economías e integrarse en
el sistema del comercio mundial a través de medidas como los acuerdos bilaterales
y multilaterales, entre otras.
Para
alcanzar estos objetivos a medio y largo plazo, el ITC centra sus esfuerzos en
los siguientes ámbitos principales.
Fortalecimiento de las capacidades de los
proveedores de servicios para el fomento de las exportaciones
En la región existen
instituciones de apoyo al comercio (IAC) sectorial desde hace mucho tiempo. La
labor del ITC tiene por objeto consolidar las asociaciones con organizaciones
de promoción del comercio (OPC) de reconocido prestigio para que difundan sus
servicios y refuercen las redes de reciente creación para facilitar el
intercambio de las mejores prácticas en la región. El Centro combina esta labor
con la prestación de asistencia técnica a las OPC y a otras instituciones de
apoyo al comercio que necesiten mejorar su eficacia. Por ejemplo, un nuevo
proyecto en el Corredor Norte del Perú reforzará las capacidades y la eficacia
de las IAC que prestan servicios a los exportadores de industrias
agroalimentarias, y mejorará la coordinación entre los sectores público y
privado a nivel nacional y regional. Otros proyectos incluyen las siguientes
actuaciones:
·
La mejora y el fomento de
la Unidad de inteligencia comercial APEX-Brasil.
·
El Sistema Modular de
Formación en materia de gestión de la cadena de suministro en la Argentina,
Chile, Colombia, México, Panamá y el Perú.
·
Actividades de formación regional
en materia de representación comercial y trabajo en red en México y el Paraguay.
·
Implementación de un
proyecto sobre medidas no arancelarias en el Paraguay, el Perú y el Uruguay,
con el que se pretende mejorar la información de que disponen las IAC sobre las
barreras no arancelarias y mejorar también su capacidad de apoyar a sus
exportadores.
La red iberoamericana de OPC
es un excelente ejemplo de canal sólido que hace posible la cooperación entre
los proveedores de servicios de la región.
Presencia regional
La oficina regional del ITC
en Ciudad de México, cuya apertura está prevista para 2011, se convertirá en un
medio importante para reforzar las capacidades de los proveedores de servicios
para el fomento de las exportaciones. La oficina regional podría servir además
como catalizador de las diferentes redes técnicas y, a menudo, especializadas
que el ITC ha creado en la región en el transcurso de los años.
Mejora de la capacidad de las PYME para definir e implementar estrategias
para sectores nuevos e innovadores
Muchos países exportadores
de América Latina comparten los mismos desafíos comerciales, como pueden ser la
mejora de la competitividad en el plano internacional de las pequeñas y
medianas empresas (PYME) a través de un mayor valor añadido de los productos
tradicionales de exportación, el perfeccionamiento de los procesos de
producción, la mejora del control de calidad, la penetración en mercados de
servicios y el análisis de las tendencias del mercado. El ITC centra su estrategia
en facilitar la participación de las PYME en las redes regionales y en las
cadenas mundiales de suministro, al tiempo que mejora la capacidad de estas
empresas para prever la demanda y conquistar nuevos mercados para sus productos
de valor añadido y para prestar servicios especializados. Por ejemplo, el nuevo
proyecto Biotrade aprovecha la fuerza competitiva de las PYME en los mercados
de recursos biológicos y productos farmacéuticos, y crea oportunidades para las
PYME que se dedican a actividades económicas basadas en la biodiversidad.
El fomento de los Objetivos
de Desarrollo del Milenio y la búsqueda de soluciones a las persistentes
desigualdades que existen en la región serán componentes fundamentales de la
estrategia global del ITC. Nos esforzaremos por alcanzar estos objetivos mediante
la mejora de las capacidades de las IAC y de las empresas con la finalidad
última de reducir la pobreza, crear empleo para los grupos más desfavorecidos y
prestar servicios eficaces a los interesados. Un ejemplo en este sentido es el
Programa Mujeres y Comercio (Autonomía económica de las empresas de mujeres)
para México y el Perú. Este programa, que se basa en el exitoso proyecto
financiado por España en el Perú, ayudará a las mujeres exportadoras de
productos de alpaca a establecer relaciones comerciales sostenibles con
compradores de los Estados Unidos. Otro ejemplo es el proyecto sobre industrias
creativas en países del CARIFORUM, que promocionará este sector como propiciador
viable de la diversificación de las exportaciones.